Hemos dicho alguna vez que los amantes de la naturaleza necesitamos muy poco para embobarnos. Basta con observar el entorno, y en la Sierra Norte de Guadalajara ocasiones no faltan.
En el enésimo paso por la Pequeña muralla china, nos llaman la atención los muchos corrales que pueblan la laderas del cañón del río Cristóbal, hoy en desuso. No por su ubicación (próximos al agua), ni por estar en ladera ( las ovejas no suben), ni por su tamaño (los rebaños eran de cada familia y con pocas cabezas). Pero esa forma curva …
Nos cuentan que desde siempre los corrales se construían asi, con lajas de pizarra y caliza. Hay varias explicaciones: adaptación al terreno, la existencia de árboles, para que los animales estuvieran más juntos (para combatir el frío) y como defensa ante el lobo (el último fue visto en 1.967, aunque ahora está regresando), …
Posiblemente haya más argumentos y/o estos no sean los fundamentales, pero seguro que razones no faltan para que estos corrales tengan esa forma tan singular. Y curvada.
Lar-ami, gerente de CR La Vereda de Puebla, entre cárcavas y olivos milenarios. Todo sobre Actualidad, Costumbres, Fiestas, Mundo Rural y Paisajes y Lugares de la Sierra Norte de Guadalajara.