El Liceo Seguntino desarrollaba su actividad artística (conciertos, recitales, teatro) en un salón del lado oeste del Hospicio (un complejo fabril de la época de Carlos III) con 300 butacas, y que se hundió en el año 1.900. Lo cuenta con detalle el periódico La Plazuela en artículos memorables, de los que hemos tomado esta información.

Las zarzuelas y los sainetes, de moda en la época, componían el grueso de la programación del Liceo Seguntino, con más de 25 obras por temporada. A veces los intermedios entre funciones superaban la duración de la obra y eran amenizados con un número musical de los actores y una pequeña orquesta presidida por un piano. La ausencia de megafonía y una acústica poco adecuada reducían su dudosa calidad.

En enero de 1898, nació la sociedad Recreo Seguntino para dinamizar la actividad cultural en un barracón de madera, instalado en la Alameda y en el llamado Teatro Calderón. Los actores, aficionados y profesionales, mantenían un cierto estatus, siendo citados los actores como “Señores” y “Señoras/señoritas” las actrices.

Hasta su crisis en 1.900, por el hundimiento del salón del Hospicio, el Liceo pasó por momentos confusos y dificiles. La ausencia de local mermó su actividad y tomó el relevo el Recreo Seguntino, que ante la cancelación de las fiestas en 1.907 programó funciones de teatro, cine y zarzuela todos los días. Ese mismo año se fusionaron ambas asociaciones. Después y con el cambio de gustos en el público, el teatro casi desapareció de Sigüenza … hasta la conversión del Pósito en salón de cine y teatro diez años después.

Lar-ami, gerente de CR La Vereda de Puebla, entre cárcavas y olivos milenarios. Todo sobre Actualidad, Costumbres, Fiestas, Mundo Rural y Paisajes y Lugares de la Sierra Norte de Guadalajara