El mineral de plata de Hiendelaencina y minas aledañas se trataba en fábricas próximas, creadas para obtener el preciado metal (llamados centro de beneficios, donde se beneficiaba el mineral). Su número y evolución estuvo ligado a las fluctuaciones de las minas.
La Constante fue la mayor factoria, con grandes naves y altas chimeneas, que llegó a tener un poblado con 500 habs. Utilizaba la fuerza hidraúlica del río Bornova con 5 ruedas de cagilones que movian trituradoras y molinos, además de generar electricidad. El mineral molido se calcinaba en presencia de sal, formándose cloruro de plata.
Se molia de nuevo y pasaba a unos toneles donde se mezclaba con agua y mercurio, dando lugar a una amalgama, la pella, que se llevaba a un horno para destilar el mercurio (copelación), que luego sería reutilizado. La plata obtenida (copela) de baja ley (<700 milesimas) se refinaba en otro horno, hasta obtener una pureza de 970/990 milesimas. Aún contando de inversión (unos 2,5 millones de pts) las ganancias fueron superiores a 25 millones de pesetas.
En 1.861 tenía 100 obreros, unos 70 en el 65 y apenas 30 en la década siguiente. Hasta 1.897 se mantuvo con los destajos y la rebusca en escombreras, cuando la Sociedad La Bella Raquel se disolvió y vendió las instalaciones. El nuevo propietario la mantuvo en activo, con parada varias, hasta 1.926 cuando definitivamente se abandonaron las instalaciones. Pero no fue el único centro de beneficio, hubo bastantes más; de algunos apenas hay información, gracias al magnifico trabajo de Antonio López Gómez (El distrito minero de Hiendelaencina). Lo contaremos mañana.
Lar-ami, gerente de CR La Vereda de Puebla, entre cárcavas y olivos milenarios. Todo sobre Actualidad, Costumbres, Fiestas, Mundo Rural y Paisajes y Lugares de la Sierra Norte de Guadalajara.