El Marqués de Santillana, un Mendoza que fue Señor de Galve, Tamajón, Beleña, …y Palazauelos, mandó construir este castillo en 1.454. Su arquitecto fue Juan Guas, que utilizó elementos originales que luego repetiría en Manzanares el Real (Madrid), Belmonte (Cuenca) y Monbeltrán (Avila). Su hijo Pedro Hurtado, Señor de Tamajón y su modernizador, lo terminó, permaneciendo en la familia Mendoza hasta el siglo XIX.
La muralla rodea el pueblo, reforzada con cubos y torreones. El acceso medieval en zigzag, para una mejor defensa, lo forman cuatro puertas con un torreón cuadrado y cubos en las esquinas, a los que se penetra por un arco ojival y se sale por otro lateral. Sobre alguna de ellas el escudo de Pedro Hurtado.
El castillo, de pequeñas dimensiones y rodeado por una barbacana baja accesible desde la villa por una puerta con puente levadizo, se inserta en la muralla. En su interior, un paseo de ronda con torres en los ángulos y la Torre del homenaje adosada al muro de occidente, donde está la entrada.
En 1.811, El Empecinado mantuvo aquí una dura batalla contra los franceses que lo destruyó y provocó su abandono. En los años 30 se quiso adecuar como fábrica de harinas, con rozas en los muros y transformador eléctrico en una extraño camarin en la torre sureste. En la guerra (in)civil dio cobijo a tropas italianas y debido a su deterioro, luego fue usado como cuadra y vertedero. Paso a manos privadas en 1.998 y la Torre del Homenaje fue convertida en vivienda.
Lar-ami, gerente de CR La Vereda de Puebla, entre cárcavas y olivos milenarios. Todo sobre Actualidad, Costumbres, Fiestas, Mundo Rural y Paisajes y Lugares de la Sierra Norte de Guadalajara.