Andrés cuenta que trabajó toda su vida en los pinares, en la corta y tala de pinos, adquiriendo gran destreza. Cierto día conoció a unos escultores vascos que trabajaban la madera al estilo tradicional. De esa relación nació un escultor de motosierra.
Y como su lugar de trabajo era el pinar, se le ocurrió que a los troncos muertos se les podía dar vida de nuevo. Asi nacieron el indio, el caballo pegaso, … que entusiasmaron a otros artistas y fueron el origen de la ruta de las estatuas en Condemios de Arriba. Ese entusiasmo se trasladó a Guadalajara, donde hoy 3 figuras (el abrazo, los libros apilados y el violoncelo) adornan plazas y jardines de la capital.
Andrés se ha convertido en un reconocido escultor y maestro de la madera, actividad que compagina con la gerencia de una casa rural y restaurante en el Alto Tajo. Realiza trabajos a medida y/o por encargo, acudiendo a cuantas ferias y eventos se lo solicitan. Como el XII Dia de la Sierra donde estuvo realizando esta escultura.
Verlo trabajar es una delicia. Resulta apasionante descubrir como van surgiendo figuras de un vulgar madero de pino Asi el árbol se mantiene vivo, gracias a la mano maestra de Andrés.
Lar-ami, gerente de CR La Vereda de Puebla, entre cárcavas y olivos milenarios. Todo sobre Actualidad, Costumbres, Fiestas, Mundo Rural y Paisajes y Lugares de la Sierra Norte de Guadalajara.