Hasta mediados del siglo XVIII, estas danzas de origen animista (documentadas desde 1.620) se celebraban el tercer domingo de enero, en honor y durante la festividad del Santo Niño. Como los pastores se iban con sus rebaños a Extremadura a pasar el invierno, el Concejo de Majaelrayo cambió la fecha al primer domingo de Septiembre (este años el día 3), reafirmando su carácter ganadero.

La fiesta y las danzas han sido estudiadas con detalle por los maestros JR López de los Mozos (Fiestas tradicionales de Guadalajara), Raúl Conde (Danzantes de Guadalajara) y Pedro Vacas (De Antaño a Hogaño, de TV Guadalajara)

Los 8 danzantes (antes eran 12, 6 guías y 6 guardas) visten traje blanco con cintas rojas y verdes, con sombrero de flores. El maestro de ceremonia, el botarga, vestido de bufón medieval con cuerno de vaca en la cintura, persigue a los niños y pide limosna; durante la misa vigila que nadie se distraiga. Si alguno lo hace lo golpea con una cuchara de palo y le arroja salvado que lleva en un cuenco.

Los danzantes ayudan a misa y acompañan la procesión hasta la plaza (antaño representaban un auto de tipo pastoril y recitaban una loa en honor del Santo Niño). En la puerta de la iglesia comienzan las danzas (12), algunas sin letra y otras con ella, que recitan en silencio los danzantes.

Las hay de clara orientación religiosa y otras más profanas, como la danza de las espadas, de estilo guerrero, de aires de romance (el domingo me enamoré) y de leyenda (Antón Molinero). Lo que denota su origen pagano. ¡Imprescindible!

Lar-ami