Arte en las calles: Pálmaces de Jadraque


El casco urbano gira en torno a la Iglesia y la Plaza mayor, como ocurre en los pueblos serranos procedentes de las repoblaciones de los siglos XII y XIII. Los vecinos construían con lo que tenían a mano: caliza, gneis, conglomerado, arcilla, madera,…

La casa tradicional tenía dos plantas, construidas con sillarejo y sillares rojizos en las esquinas, dinteles de madera y tejadillo sobre la puerta de entrada; en el tejado a dos aguas sobresale la chimenea. A finales del siglo XIX, se generalizó en Pálmaces de Jadraque el revoque y serigrafía de la fachada, como un signo de prosperidad.

Un maestro albañil, Juan Álvarez el Portugués, dibujó motivos relacionados con la naturaleza y la vida cotidiana. Firmaba sus obras y le ponía fecha (de 1.898 a 1.904). Otros le imitaron y hoy suman una decena las fachadas que pueden mostrar este arte. Hoy son un signo de distinción que embellece el casco urbano.

Alguna fachadas recogen varias escenas, como si de páginas de un libro se tratara: peces, hombre fumando, en la fragua, grupo de mujeres y niños charlando. En otra se relatan varias escenas (de derecha a izquierda): hombre cazando, mujer echando de comer a las gallinas, peces y perdices, dos músicos tocando tambor y trompeta y una escena de corral.

El trazado de las calles, símbolos tradicionales (ese carro de madera) y esculturas modernas (esos pájaros) en las plazas le dan un aire auténtico y muy hermoso al pueblo. Es el arte en las calles. Un baño (autorizado) en el embalse es otro de sus muchos alicientes. ¡Tienes que venir!

Lar-ami


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