Una vez al año y por tres meses, de octubre a diciembre, la ruta verde se torna amarilla.
Nada extraordinario para robles, quejigos y melojos, que antes de despojarse de sus hojas las tiñen de ocres. Estamos en otoño. La ruta se embellece (aún más) por los contrastes con los verdes de pinos y jaras, y los grises de caliza y pizarra. Todo un espectáculo de color.
Estos agrestes parajes de la Sierra Norte de Guadalajara combinan magistralmente, naturaleza y construcciones hechas por la mano del hombre, color, montaña y agua, … Una ruta inolvidable con final feliz en El Vado. ¡Que la disfruten!
Lar-ami