Cuando el pasado 2 de abril se anunció el descenso del Jarama  en las redes sociales (Canorafting), surgieron voces preocupadas por el impacto en este entorno privilegiado de la Sierra Norte, declarado reserva fluvial. Pero está muy controlado por las características de esta actividad:

• Muy deportiva, para gente preparada y muy dispuesta a disfrutarla; grupos reducidos, máximo 8 personas con dos guías especializados
• Un tramo de 3,5 kms, con entrada y salida desde lugares apropiados para ello. Recorrido asegurado y sin riesgo, con múltiples zonas de escape.
• Se realizará en periodo de deshielo y con agua abundante (abril y mayo). Cuenta con todos los permisos y seguros necesarios.

Esta actividad lúdica ya se estuvo realizando en el mismo lugar desde 1.998 a 2.003, por el mismo promotor. En base a su experiencia, se han despreciado tramos más largos y espectaculares, por ser de alto riesgo y sin vías de escape en caso de accidente.

Conviene recordar que el descenso está autorizado solo en este tramo. Aunque alguna vez se ha bajado hasta el puente de los Trillos, está prohibido y es muy peligroso, por abrupto y carecer de vías de escape. Pero siempre nos quedarán las piraguas de El Vado.

Lar-ami