Este singular templo tiene dos entradas. La portada sur, o «puerta del Sol», se abre a una pequeña meseta junto al escarpado barranco de Vallosera. De pequeño tamaño, está realizada con sillares de piedra de Tamajón, cortados ad hoc, formando un arco de medio punto. Quizás fue realizado por Juan de Lezcano, cantero de Tamajón que hizo los pilares de la iglesia en 1.544.

La portada norte (la principal; aquí termina el camino que viene del pueblo entre muros de pizarra) con un arco de medio punto con gran dovelaje y cornisa de carácter clasicista. Se abre a un pórtico cerrado, que según el Libro de Cuentas data de 1.561: «se haga una pared para meter el portal en la iglesia, para el ornato de la iglesia y para que puedan caber los parroquianos»

Adosado al lado norte están las ruinas del cementerio, de dos cuerpos separados por un murete de pizarra para los infantes y de mayores. Cuatro contrafuertes de caliza sostienen la cabecera del templo, mientras los muros son de pizarra. Salvo las esquinas que están formadas por sillares calizos contrapeados, muy visibles en la fachada occidental.

Las ventanas son muy curiosas: de sillares de caliza (sacristía), de pizarra sin enmarcar (hay varias) y enmarcada en ladrillo (y descentrada, posiblemente porque son muy posterior) en la fachada de la espadaña. Había dos campanas que fueron adobadas (afinadas) en 1.603 por Juan Lozano de Tamajón. Una vez más, nuestro agradecimiento a la A.C. Hijos de la Vereda que han documentado y divulgado esta información.

Lar-ami