Así puede llamarse a la iglesia de Santa María de El Vado. Situada en el cerro de la Muela, por encima del pueblo al que mira y al que se une a través de un camino entre muros de pizarra. Su belleza y sencillez sobrecoge.
- Solo se accede por la senda que viene de la pista de La Vereda, o en época de sequía por el viejo camino del degollado.
- Las vistas desde aquí impresionan.
- Por su soledad. Recibe pocos visitantes, y resulta extraño encontrarse con otros excursionistas.
Este lugar de la Sierra Norte está cargado de espiritualidad. Al visitante (incluso al no creyente) le invade una agradable sensación de paz y bienestar, tan intensa que le obliga a retrasar el momento de volver.
Lar-ami