Una vereda sale desde la fuente hacia el río Jarama, situado a poco más de un kilómetro del casco urbano. Estrecha, incómoda, sin señalizar, transcurre bajo robles y quejigos, privándonos del paisaje pero dándonos sombra. Dan ganas de darse la vuelta… Pero no lo hagas… luego te arrepentirías.
Porque has de saber que estás recorriendo la misma senda que durante siglos utilizaron las gentes del lugar para ir a Roblelacasa, tras cruzar el puente. Desde ahí la conexión con Campillo de Ranas y Majaerayo era mucho más fácil.
Desde lo alto la imagen del puente sobre el Jarama es muy bonita. Pequeño, moderno, construido sobre unos cortados en pizarra, con las bocanas (petos) bien perfiladas sobre pilares al modo tradicional, se estrecha sobre el río para impedir el paso de vehículos. Una barandilla metálica protege el paso de personas (desde aquí se accede a los Aljibes).
Tomando perspectiva se observa que bajo el puente moderno hay otro viejo, de madera. Es el puente de los trillos que se ha querido conservar. Pero eso ya lo contaremos.
Lar-ami
2 respuestas a “El puente de Matallana”
Preciosa ruta escuchando el agua… Seguro que es una gozada para las personas que se hospedan en la casa rural Vereda de Puebla. A disfrutarla!
Desde luego es todo un placer.