Dedicada a la Inmaculada Concepción (su imagen llegó en 1.622), en su origen y al menos hasta 1.611, lo estuvo a San Bartolomé, quizás por los repobladores de La Vereda que provenían de Sepúlveda. El aumento de las devociones en el siglo XVII, sugiere que el cambio se realizó en el último tercio.
Es de estilo románico rural, tardío, de una sola planta y espadaña altiva. El pórtico de pizarra, con vigas y columnas de madera que sostienen el tejadillo de lajas, protege la portada con arco de medio punto y ahora revocada en blanco. En 1.759 se obtiene licencia para ampliarla y construir la bóveda.
La primera constancia documental de esta iglesia (citada como ermita dependiente del Vado) data de 1.561 en una anotación en el libro de cuentas de la parroquia de Santa María del Vado, aunque hay noticias referidas al pueblo de finales del siglo XV.
La iglesia fue abandonada en 1.972 y los objetos litúrgicos llevados a la iglesia de Campillo de Ranas. Un cura de Tamajón (muy diferente del famoso), David Layna consiguió donativos para reconstruirla (estaba muy deteriorada) y la reabrió al culto en 2.007, aprovechando la fiesta de San Juan. Ahora puede visitarse el día de San Pedro, cuando se celebran las fiestas.
Nuestro agradecimiento por siempre al cura. Y a la Asociación Hijos de La Vereda por mantener viva la tradición y documentar su historia.
Lar-ami