Quizás la característica más curiosa de los pueblos negros sea que desde la lejanía su figura (de pizarra negra) se funde con el paisaje.
En La Vereda esto es cierto y no solo desde lejos. Dentro del casco urbano, y mirando en cualquier dirección sus edificios se confunden con la naturaleza que lo rodea.
Y produce una extraña y placentera sensación, sobre todo a primera hora de la mañana. No es de extrañar que sus hijos añoren este hermoso pueblo. A los serranos también nos ocurre.
Lar-ami
2 respuestas a “La Vereda se funde con el paisaje”
Belleza cuando el sol lanza sus primeros rayos de sol unido a la sensación del frescor de la mañana…. me pido ir a la casa magnífica casa rural Vereda de Puebla!
Todo un espectáculo.