Sin menospreciar su valor histórico y monumental, el Palacio de la Cotilla es conocido en Guadalajara como sede de las Escuelas y Talleres del Patronato Municipal de Cultura. Por aquí pasan niños, jóvenes y adultos a diferentes horas del día para cultivar su afición a la pintura, la música, la danza, los bailes de salón,…

Como espíritu libre,  lo que me atrae es su belleza interior: el patio de columnas, la escalinata de madera, el salón de té cuyas paredes están adornadas con papel de arroz pintado del siglo XIX, el fresco tras la puerta de entrada, ese trasiego de gente por su patio a media tarde,…

Realmente su nombre es Palacio de los Torres, Marqueses de Villamejor, construido en el siglo XVII y remodelado a finales del XIX. Según algunos, el nombre de La Cotilla le viene porque  estaba situado en un cerro (cotilla); según otros porque desde su ubicación controlaba la llegada y salida de viajeros que luego las criadas contaban en el mercado.

Tiene un jardín posterior con fuente, cerrado durante años, muy cuidado y en que se ha ubicado un bar con terraza. Un hermoso lugar para tomar el fresco y la tertulia en la calurosas noches de verano.  No me importaría ser su guardián y protector.  ¡Pero por favor  no se lo digas a Paco y Angelines!

Lar-ami