El otoño en La Ribera es la estación de setas y bellotas, de níscalos y de nueces, de olivas y de uvas. De colores. Muchos árboles aprovechan para soltar su simiente en pos de la supervivencia de la especie. Es el caso de alisos y álamos, de tarajes y enebros, de pinos y sabinas.
Los nogales se preparan para desnudarse ante el invierno, se visten de amarillo y sueltan su preciada carga; más de la mitad quedará en el suelo. Los olivos aguantan y engordan las aceitunas antes de la recolección en noviembre.
Mientras las encinas, señoriales ellas, mantiene el tipo y presumen ante sus vecinos casi desnudos. Estamos en otoño, y el campo está precioso.
Yo que tu me acercaría a La Ribera. ¡No sabes lo que te estás perdiendo!
Lar-ami