Por casualidad he encontrado dos imágenes de esta plaza de Puebla de Beleña, tomadas desde la misma posición pero con setenta años de diferencia. Una del gran fotógrafo Tomás Camarillo, depositada en el Archivo del CEFIHGU,  y la otra tomada por el propietario de la casa rural que protejo y guardo.

No se recuerda el origen del nombre de la “Plaza de la Seda”. Hay quien dice que quizás hubiese algún criadero de gusanos de seda, posiblemente en la Edad Media (por la proximidad a la iglesia y porque el nombre se ligaba a la actividad del lugar). Además hay una “calle de la Seda” que desemboca en la plaza.

Lar-ami