Tiempo de bellotas y níscalos


Así eran conocidas las semanas próximas a Los Santos en la Sierra Norte de Guadalajara. Al menos antaño. Era tiempo de setas, comenzando por las de chopo. Más tarde setas de cardo, de pie azul, champiñones, boletus, …  y níscalos.

De las bellotas, hoy despreciadas como fruto seco (están deliciosas crudas y asadas) ya hemos hablado. Su búsqueda tiene el aliciente de la cata a pie de encina para confirmar dulzura y/o amargor antes de llenar de cesta.

La búsqueda de níscalos permite disfrutar del pinar arrullado por buscadores inexpertos que, a voces, intentan mantenerse en contacto (algunos no lo consiguen y deben rescatarlos de Guardia Civil, como ha ocurrido hace unos dias en La Mierla y Puebla de Valles). Otros más profesionales pasan el rastrillo y nos dejan su basura como recuerdo.

Pero si tienes ocasión de alejarte de las zonas más trilladas, puedes llenar la cesta en poco tiempo y encontrarte algunas nidos colgados de un pino, como este de águila, o ese otro de insectivoro. Y si no tienes suerte, siempre podrás disfrutar de paisajes singulares. Como estos.


Lar-ami, gerente de CR La Vereda de Puebla, entre cárcavas y olivos milenarios. Todo sobre Actualidad, Costumbres, Fiestas, Mundo Rural y Paisajes y Lugares de la Sierra Norte de Guadalajara.


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