Durante la “fiebre de la plata”, en Hiendelaencina se crearon más de 200 sociedades y se abrieron otras tantas minas, con centenares de pozos. La mayoria están inventariadas, si bien de muchas apenas queda documentación. Los nonbres de algunas resultan curiosos: Catalina, La Fuerza, la Malhuele, …

Pero el estado de las instalaciones y edificios es ruinoso, y por tanto peligroso. La consolidación de las minas más interesantes y accesibles, para hacerlas visitables, es una asignatura pendiente. El ayuntamiento y las administraciones luchan por conseguir la financiación que permitan pone en valor este patrimonio tan singular.

Mientras lo consiguen (nos consta que ya son varios años de lucha) ayuntamiento y vecinos han creado la ruta de los Miradores de de plata, como complemento a la visita del Museo de la plata. Dos ramales de corto recorrido, en un cómodo paseo, que parten de la Plaza Mayor. Cada mirador tiene un panel explicativos del paisaje observado y de las minas.

Un ramal (2,7 kms) se dirige al sudoeste hacia el valle del Bornova y tiene tres miradores: los pueblos y pasiajes del Altorey y las ruinas de minas miticas: Nochebuena, Malanoche, … El segundo ramal (1,9 kms) se dirige al sudeste dejando el arroyo de la cal enmedio. Dos miradores excepcionales para contemplar un bello paisaje y los restos de otras minas importantes: La Antoñita, La Salvadora, …

Si a esta ruta le sumas los encantos del casco urbano y la gastronomia, ya no tienes excusa para no ir a Hiendelaencina.

Lar-ami, gerente de CR La Vereda de Puebla, entre cárcavas y olivos milenarios. Todo sobre Actualidad, Costumbres, Fiestas, Mundo Rural y Paisajes y Lugares de la Sierra Norte de Guadalajara.