La imagen de este castillo impresiona, si bien apenas quedan el cascarón exterior y la torre del homenaje, recientemente reconstruida. D. Íñigo López de Orozco, lo mandó edificar en el siglo XIV (ya era Señor de Tamajón) y luego pasó a los Duques de Medinaceli, Señores de Cogolludo, que lo utilizaron como plaza fuerte para albergar alcaides y servidores, pero nunca lo habitaron.
Tiene planta cuadrada, con foso y torreones cilíndridos en las esquinas. Cornisas voladas y almenas en punta sobre la muralla, con matacán y adarve en cada lado, a los que se accedía por una escalera desde el patio. La puerta principal, con arco de medio punto y escudos de D. Íñigo, está semitapada por una casa. Ahora el acceso es a través de una puerta en el muro.
Los torreones forman chaflán en cada esquina del patio interior, montados sobre dos piedras cruzadas en su punto medio, formando escuadra. En el patio la torre del homenaje, cuadrada y muy hermosa, con entrada a la altura del primer piso; estancias, chimeneas y escaleras completaban el conjunto, pero de ellas no se conserva nada. Hoy es de propiedad privada.
La tradición cuenta que Doña Beatriz, hija de la amante de Alfonso X el Sabio y luego reina de Portugal, fue señora de Guijosa. Y que luego pasó a manos del Infante D. Juan Manuel (Señor de Galve), …pero las crónicas no han dejado constancia … Durante la Edad Media, los nombres se repiten en la Sierra Norte de Guadalajara
Lar-ami, gerente de CR La Vereda de Puebla, entre cárcavas y olivos milenarios. Todo sobre Actualidad, Costumbres, Fiestas, Mundo Rural y Paisajes y Lugares de la Sierra Norte de Guadalajara.