El castillo de Jadraque


Situada sobre el cerro más perfecto del mundo, la primitiva alcazaba (siglos IX-X) no era más que un castillejo de la Marca Media. La suerte de la villa y del castillo cambiaron en el último tercio del siglo XV, cuando pasó a manos de D. Pedro González de Mendoza, más tarde todopoderoso Cardenal.

El castillo actual fue construido por el Cardenal Mendoza, con más aires de palacio renancentista que de castillo. Por ello carece de saeteras y foso, y tiene troneras en los muros para el uso de cañones. De forma rectangular adaptado al terreno, con 100 mts de lado, sus muros de mamposteria están recubiertos por sillares calizos.

Cuatro torres cilindricas y una cuadrada que se comunicaban por terrazas y adarves almenados, a los que se accedía por la escalera empotrada en el muro. En el patio de armas aljibes de origen árabe para el agua de lluvia asi como almacenes subterráneos para víveres y municiones, que servían de refugio en caso de ataque. Junto al patio se levantaba la fortaleza, en la que vivían sirvientes y la guardia.

A la muerte del Cardenal, pasó a manos de su primogénito, llamado Rodrigo Díaz de Vivar y Mendoza (de ahi el nombre Castillo del Cid) por real gracia de Isabel la Católica. Rodrigo lo hizo su residencia a partir de 1.506. Lo adaptó y embelleció con todo el boato y buen gusto de la familia Mendoza (Palacio del Infantado y el de Cogolludo son bellos ejemplos). Las habitaciones se repartían en dos pisos, donde vivían los Señores y sus invitados, dotadas de una gran luminosidad a través de un bonito claustro.

El castillo fue abandonado a su suerte a finales del siglo XIX, puesto a la venta y adquirido por el pueblo en 1.889 por la simbólica cantidad de 300 pesetas. Reconstruido mediante aportaciones públicas, privadas y hacenderas, hoy es visitable y ha recuperado su aspecto majestuoso.


Lar-ami, gerente de CR La Vereda de Puebla, entre cárcavas y olivos milenarios. Todo sobre Actualidad, Costumbres, Fiestas, Mundo Rural y Paisajes y Lugares de la Sierra Norte de Guadalajara


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *