La centuria comenzó como acabó la anterior. La gente mantenía el mismo modo de vida, pero con ligeras modificaciones (la llegada del tren a Humanes fue una gran noticia para la Sierra). La población se mantuvo estable, salvo en Hiendelaencina y pueblos vecinos (La Bodera, Bustares, …), debido a las oscilaciones en la explotación de las minas de plata (sujeta a los precio del mercado).
En los pueblos surgieron escuelas públicas, gracias al Conde de Romanones, que convierte a los maestros en funcionarios del Estado, si bien la asistencia a clase de los niños estaba sujeta a las necesidades de la familia. Hasta entonces solo la había en algunos (Tamajón, Puebla de Valles, …); unas veces al maestro le pagaba (poco) el ayuntamiento y otras eran los padres que aportaban lo poco que podían (de ahi el refrán “pasas más hambre que un maestro de escuela”).
A principios de siglo nació el Plan Hidrológico Nacional (1.910) que contemplaba la construcción del pantano de El Vado, comenzando su construccíon a finales de los años 20. La llegada de la Républica supuso la mejora de infraestructuras y la construccíon de puentes, escuelas, fuentes, …
La guerra (in)civil establecio pronto un frente estable que duró hasta el 29 de marzo (la guerra acabó el 1 abril). Iba desde “Beleña siguiendo el Sorbe hasta el Pozo de los Ramos, luego cruzaba hasta el Jarama por encima del pueblo viejo del Vado hasta las estribaciones de la Sierra de Concha en Valdepeñas por donde salia de la comarca.”
Unos pueblos fueron evacuados (La Mierla, Tamajón), algunos fueron abandonados y nunca se recuperaron (La Romerosa, Sacedoncillo), otros quedaron destrozados y fueron reconstruidos (Aleas) , y todos sufrieron las miserias de la guerra, estuviesen en un lado u otro del frente. La guerra dejó maltrecha esta tierra y heridas a sus gentes, como pasó en todo el país.
Lar-ami, gerente de CR La Vereda de Puebla, entre cárcavas y olivos milenarios. Todo sobre Actualidad, Costumbres, Fiestas, Mundo Rural y Paisajes y Lugares de la Sierra Norte de Guadalajara