Hay parte de este bello enclave que apenas es visitada y que reúne todos sus encantos: cuevas, abrigos, dolinas, arcos, setas, pedestales, campos negros, … (si te interesa el origen de estas formas, bucea en el blog) en un ambiente apacible y tranquilo. Nos referimos a la parte más meridional, al otro lado de la carretera y a la que se accede orillando el campo de cereales.
Deambulando por este lugar, nos tropezamos con una visión desconocida y sorprendente: enebros y sabinas estaban plagadaos de adornos anaranjados, impropios de la especie (por color, forma y textura). Se trata de un hongo, el Gymnosporangium clavariaeforme, que infecta a enebros y sabinas. Se les conoce también como cuernecillos del enebro.
Su reproducción, en su fase asexual, se inicia en otras especies arbustivas cercanas al enebro; son visibles de marzo a mayo, cuando liberan sus esporas. Aunque su aspecto es vistoso, unos botánicos afirman que no producen daños serios a enebros y sabinas y otros que produce hipertrofia en las ramas parasitadas.
Sin entrar en polémica (no somos botánicos), observamos que las ramas infectadas pierden pináculos y los que se mantienen, parecen tristes. Pasamos nota a la dirección del P.N. Sierra Norte de Guadalajara para que actúe según proceda.
Lar-ami, gerente de CR La Vereda de Puebla, entre cárcavas y olivos milenarios. Todo sobre Actualidad, Costumbres, Fiestas, Mundo Rural y Paisajes y Lugares de la Sierra Norte de Guadalajara.