El proceso de repoblación comenzó inmediatamente después de la Reconquista, para asegurar la estabilidad de la frontera (Xarama). En primer lugar se fortalecieron lugares ya habitados (Beleña, Atienza, Cogolludo, …) y ya en el siglo XII, se crearon aldeas en las zonas más fértiles y con agua. En estos lugares se instalaron colonos del norte, atraídos por la posesión de tierra y la exención de impuestos.
A mediados de siglo, una segunda fase se centró en los bordes montañosos, creando aldeas que aprovechaban chozas de pastores y potenciando las ya existentes, dependientes del rey. Durante los siglos XII y XIII se van organizando los Comunes de Villa y Tierra, que agrupaban aldeas próximas. El rey definía los límites y señalaba una villa como cabecera, otorgándole fuero propio bajo parámetros feudales.
En la Sierra Norte de Guadalajara existieron los Comunes de Uceda, Atienza, Ayllon y el obispado de Sigüenza, entre otros. De ellos se fueron desgajando Señorios (Ducados, marquesados, condados,…) que el rey donaba a grandes señores como pago por su ayuda en la Reconquista. Así surgieron los Señoríos de Jadraque, Galve, Tamajón, Beleña, … que estuvieron vigentes hasta mediados del siglo XIX.
Pero los colonos se decepcionaron pronto. El rendimiento de los campos era escaso, los contratos anuales y la renta la fijaban los propietarios. Epidemias de peste, sequías y hambrunas, unidas a nuevas oportunidades en zonas fronterizas, provocaron su huida dejando algunas aldeas despobladas para siempre (Despoblados). Para evitarlo, a partir del siglo XIII, se impuso que el colono debía tener casa, huerto y era.
Lar-ami, gerente de CR La Vereda de Puebla, entre cárcavas y olivos milenarios. Todo sobre Actualidad, Costumbres, Fiestas, Mundo Rural y Paisajes y Lugares de la Sierra Norte de Guadalajara.