Leyendas y curiosidades de Bocígano


No nos referimos a las leyendas del Monasterio de Santuy, del que ya solo queda el recuerdo, sino a otras recogidas en un blog sobre este pueblo (que pudo ser libro, como reconoce su autor) y que merecen ser conocidas para que no caigan en el olvido:

Cortesia Jose Serrano Belinchón

Una leyenda cuenta que Bocígano fue fundado por los supervivientes de un envenenamiento masivo y casual (por una salamanquesa, que cayó al caldero) en un banquete de bodas de un lugar cercano. Leyendas parecidas se repiten en la Sierra Norte de Guadalajara, como recogen José Antonio Ranz y Jose Ramón Lopez de los Mozos (q.e.p.d.) en su libro “Despoblados de Guadalajara” con algunas variantes: sirven para explicar el abandono del lugar y el envenenamiento es intencionado.

Nosotros nos inclinamos a pensar que, como en otros casos, está leyenda enmascara una epidemia de peste (muy frecuentes a partir de mediados del siglo XIV) que provocó la llegada de gentes de otros lugares. Otra hipótesis plausible es que con el auge de La Mesta, la trashumancia requería nuevos pastos y se fundaban poblados de temporada que acabaron siendo permanentes.

  • Cortesia Tomás Gismera

    El montañero Jesús Garcia Perdices recogió en los años 70 esta historia: soldados polacos del ejército francés desertaron en la Guerra de Independencia. Al pasar por Buitrago de Lozoya, huyeron atravesando la Sierra de Ayllón, llegando a Bocígano, donde se asentaron y rehicieron sus vidas. Dicen que este es el posible origen de algunos apellidos curiosos del pueblo.

  • En 1.998, Bocigano apareció en la prensa (El Pais, 29 enero) debido al rescate de dos montañeros madrileños que se extraviaron cuando bajaban del Pico del Lobo y estuvieron perdidos 3 días

Lar-ami


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