Cuando bajo la cuesta de la carretera GU-195 apareció Puebla de Valles, escondido en el fondo del valle como un pueblo de postal, supe que este era mi sitio. Y con el tiempo descubrí que este era un lugar mágico, donde habitan los cuentos.
La casa de Blancanieves en medio del bosque, los trolls petrificados que vigilan la ribera, el río donde lava su pelo la xana, las huellas de los dinosaurios en cárcavas y barrancos, … conforman un paisaje que me enamora, lleno de contrastes y de color.
Estos son algunos de los argumentos que me atan a esta Sierra Norte de Guadalajara. Cuando conoces esta tierra, no es fácil olvidarla.
Lar-ami