“Tu pueblo será bonito, pero el mío es Cogolludo”, así reza el eslogan que los nativos repiten con orgullo. ¡Y pardiez que pueden estarlo! Aunque su imagen se asocia al Palacio de los Duques de Medinaceli y a su Plaza Mayor (también al cuadro de Ribera, llamado el Capón de Palacio) hay otras imágenes poco conocidas.
Como las ruinas del castillo, de origen árabe (de ahí su excelente ubicación sobre el cerro que domina el entorno), reconstruido en el siglo XI tras la Reconquista y cuasi derruido en la Guerra de Independencia (El Empecinado tuvo aquí su cuartel general y de ahi las jornadas napoleónicas que se celebran el 30 de junio).
La portada de la iglesia de San Pedro, la calle adornada con flores, las vistas desde el barrio alto, … bien merecen la visita. Si añadimos el buen comer (esos asados), las bodegas de Rionegro, Beleña de Sorbe (villa medieval), Aleas (reconstruido tras la guerra civil), … no tienes excusa para no venir.
Por algo Cogolludo es llamada “Puerta de entrada al P.N. Sierra Norte de Guadalajara”.
Lar-ami