Viento, frío, lluvia,… eran los elementos que configuraban la tarde del 30 de marzo, poco propicia para salir al campo, … excepto para los amantes de la naturaleza, que ajustamos la excursión a las condiciones atmosféricas.
Por eso elegimos el camino de la Hoz, un precioso paseo (apenas 30´+30´) que partiendo de la ruta verde, sigue el cañón del río Concha a media ladera hasta llegar a Tortuero ( una auténtica joya su puente). Esta ruta nunca defrauda, aunque se conozca bien, porque siempre muestra detalles que antes pasaron desapercibidos.
Los restos del castillo de Tortuero, el azud junto a las ruinas del molino maquilero (de grano), una decena de cascadas cantarinas (aguas abundantes han limpiado el cauce y los árboles desnudos de la orilla dejan verlo), el cañón en perspectiva,… son algunos ejemplos.
La visión de un corzo cruzando la vereda, dos parejas de perdices en cortejo, un buitre y un avión que mostraban formas diferentes de volar, … completaron una tarde deliciosa. En soledad. ¿Y aún te preguntas por qué estoy enamorado de la Sierra Norte?
Lar-ami