Ahora que la despoblación está de actualidad, conviene contar que este fenómeno empezó hace 8 siglos. La repoblación de los siglos XII y XIII, que dio origen a la mayoría de los pueblos (78) y aldeas (85) de la Sierra Norte de Guadalajara se realizó por oleadas y no siempre consolidaron el lugar. Muchos serranos bajaron a la Mancha y Andalucía atraídos por las condiciones favorables que otorgaban a nuevos colonos; las pestes y hambrunas del siglo XIV, las malas cosechas y revueltas del siglo XV, … no ayudaron.
Como explicó la geógrafa Josefina Gómez Mendoza durante las jornadas sobre despoblación, en el siglo XVI se produjo un vuelco demográfico: la población del interior se desplazó hacia Andalucía y el litoral mediterráneo. Las ciudades castellanas perdieron población y el interior se hundió. Exenciones de impuestos, tránsito del oro de América y la subida de precios fueron factores determinantes. El fenómeno continuó hasta finales del siglo XVIII.
El proceso de despoblación del siglo XX arrancó en los años 60, medio siglo más tarde que en Francia y Reino Unido, fue mucho más intenso y prolongado en el tiempo (por motivaciones políticas), resultó más acusado en áreas montañosas y arruinó su vitalidad, por falta de nacimientos y envejecimiento de la población.
Y esta breve introducción era necesaria para comentar los datos del Censo 2.017 de la Sierra Norte, lo que haremos en una próxima entrada.
Lar-ami