Situado sobre el arroyo de Huertas, de este molino (el más próximo a Retiendas) no quedan ni ruinas. A mediados del siglo XX fue comprado por un vecino de Tamajón que lo desmontó y trajo las piedras/piezas valiosas al pueblo. Pero su historia bien merece una mención.
El historiador Aurelio García López, en “Tamajón en la Edad Contemporánea” aporta interesantes datos y sugiere que el molino del Cubo ya existía en 1.175, citado como “molino de Tamajón” en el acta de fundación del monasterio de Bonaval. En el Catastro del Marques de la Ensenada (1.752) se describe como propio del Concejo, de una sola muela (con caz,y presa), casa, cocina, caballeriza y huerto.
Arrendado por periodos anuales, se convirtió en fuente de conflictos con la Segregación de Retiendas. Situado en su término, esta nueva villa lo consideraba propio y su justicia lo alquiló en 1.821. Sin embargo el Concejo de Tamajón ya lo tenía arrendado, como siempre, ya que seguía siendo su legítimo propietario, según una provisión real de 4 junio de 1.818.
Tamajón acudió a los tribunales que le dieron la razón y confirmaron (otra vez) la propiedad. La solución a este conflicto llegó en 1.859 por acuerdo entre ambos municipios. Así en el Amillaramiento de 1.863 el molino ya figuraba en Retiendas. Luego la Desamortización de Madoz lo puso en manos privadas.
Lar-ami