Situado en un cerro junto al vallejo que baja desde Angón hasta el río Cañamares, Ynesque es un pequeño castillo de origen musulmán (de los llamados castillo de cerro) y su función era defender el paso entre los valles del Salado y del Cañamares.
Según el maestro Herrera Casado, el castillo de Ynesques era un castillo de apoyo de “La Marca Media del Al-Andalus”, linea de frontera con el reino de Castilla, con varios castillos importantes (Jadraque, Hita, Sigüenza) apoyados por otras fortalezas menores (como las de Pálmaces y Torrubia de Miedes).
El maestro lo describe así: “un núcleo central, estrecho y alargado con muros casi intactos y cuatro torreones de planta circular en sus esquinas…por fuera se aprecia un nivel de murallón … que vendría a ser el muro exterior de la fortaleza… más afuera se aprecia una tercera línea defensiva, mucho más erosionada” … que bien pudiera proteger una pequeña población.
El historiador Pavón Maldonado afirma que el sillar del recinto central es árabe, si bien con la reconquista fue reforzado; con la repoblación posterior, lo fue una vez más para proteger al pequeño poblado. Perteneció siempre al Común de las tierras y villa de Atienza, incluso después de la segregación del común de Jadraque en 1.434, a pesar de la distancia.
Es mencionado en el Libro de la Montería de Alfonso XI (año 1.352), y en las Relaciones Topográficas de Felipe II referentes de Pálmaces se dice “a ¼ de legua está el castillo de Ynesque, que dicen fue de moros” El castillo de Inesque fue destruido a mediados del siglo XV por el rey Juan de Aragón, en uno de sus enfrentamientos con el rey Juan II de Castilla.
Desde entonces está en ruinas, pero bien merece un vistazo y un paseo. Se accede desde Pálmaces, en una agradable ruta.
Lar-ami