En estos días de lluvia se han recogido 130 litros/m2 de media en la zona, pero la tierra se los ha tragado casi todos. Los barrancos arcillosos no fluyen y nuestros pantanos (El Vado, Beleña y El Pozo de los Ramos) se recuperan lentamente; aún no están al 20% de su capacidad.
Pero las tierras calizas del norte ya han calmado su sed y vierten sus aguas a los arroyos, que presurosos, buscan los ríos de La Ribera. Aunque El Vado ha cerrado compuertas, ahora el Jarama puede presumir de caudal a su paso por Valdesotos (y eso que solo el arroyo de Retiendas le proporciona agua en cantidad).
En Valdepeñas, ya reunido con los arroyos Palancares (Valdesotos) y Concha (Tortuero), el Jarama se muestra con todo su esplendor y hasta se permite el lujo de desbordarse para anegar los alisos de sus orillas. Como antes. ¡Bendita lluvia!
Lar-ami