Unos serranos, (Joaquín de CR Valdicimbrio y Jorge de Pizarras Palero; gracias amigos), me han remitido dos fotos que acompañaban una historia poco conocida de la Sierra Norte. En la Loma de las Llanadas del pueblo de Cantalojas hay una curiosa torre conocida como “la torruca de mando”.
Durante la guerra (in)civil aterrizaban aquí avionetas y por eso le llamaron campo de aviación. En el vértice geodésico había una piedra con un agujero en el centro donde se colocaba una bandera, (como si de un campo de golf se tratara), a modo de señal para los pilotos. Era la peña de la bandera.
Pero la torruca de mando aún no existía. Fue construida a finales de los años 50, cuando se realizó la repoblación con pinos, como torre de vigilancia contra los incendios y el ganado (para que no se comiera los plantones y pinos jóvenes, bajo pena de multa). Cuando los pinos crecieron desapareció esta función.
El vigilante era Armando, que vivía en la torre y desde ella ejercía su trabajo. Sembraba huerto a orillas del río Zarzas, donde también tenía una casilla, a la que bajaba con frecuencia andando. De ahí que la torre fuera conocida como la torruca de Armando, que con el paso de los años deformó el nombre hasta la “torruca de mando”.
Su estado actual deja que desear…si se pretende que se mantenga en pié. Lamentablemente la cruz de cuarzo sobre el dintel (como protección ante los malos espíritus) ya cayó y desapareció. ¡Y había que decirlo!
Lar-ami