La repoblación posterior a la Reconquista con gentes venidas del norte, siglos XII y XIII, propició la llegada del Románico a las Sierra Norte, justo cuando empezaba a ser sustituido por el Gótico. Con ellos llegaron canteros y maestros experimentados que nos dejaron edificios singulares como muestra esta ruta de 36 Kms.
Las iglesias de Villacadima y Albendiego con influencias mudéjares, y Campisábalos con su precioso mensario sirven de ejemplo. Atienza con los templos de Santa María del Rey, San Bartolomé y San Gil ponen el contrapunto. El Románico se extendió en la zona hasta el siglo XVI e impregnó a sus habitantes.
Esta otra ruta del Románico está situada en el extremo oriental de la comarca. Poco conocida y amable (7,5 Kms que a pie suponen un agradable paseo de hora y media), resulta imprescindible. Iglesias que, a pesar de modificaciones a lo largo de la historia, conservan la armonía de sus formas.
La galería porticada de Saúca, con capitel representando a un asno y otro con figuras de un grifo enfrentado a un león, la sencillez de los canecillos y portada de Estriégana, y la iglesia de Jodra, con galería, portada, capiteles y arquivoltas originales, resultan imprescindibles.
Pero la muestra no estaría completa sin Carabias, Beleña de Sorbe, Pinilla de Jadraque y la catedral de Sigüenza. Y ahora que hay unos días de vacaciones, es tu ocasión de conocer estas joyas de nuestro Patrimonio.
Lar-ami