Son muchas las ocasiones que hemos hablado de este monasterio atípico pero no recuerdo que lo hayamos hecho de sus colores. Perdón, quise decir de los colores que lo envuelven en otoño: ocres, grises, verdes, amarillos… con los más diversos matices.
Estas imágenes, tomadas desde dos miradores diferentes, muestran además la situación privilegiada del Monasterio de Bonaval. Una joya de la Sierra Norte de Guadalajara que debemos preservar… ¡pero hay que darse prisa! O no quedará nada que conservar.
Lar-ami