Dicen que lo que hace maravillosa una ruta son los detalles… sobre todo si no es la primera vez que la recorres. Porque entonces si puedes fijarte en pequeñas maravillas de la naturaleza que suelen pasar desapercibidas.
La hoz del Jarama está llena de esos detalles (quizás porque al conocerla muy bien pongo mi atención en descubrirlos); sean estos algunos: ese aliso que crece en las alturas sobre la caliza y la huella del diablo (en el suelo, junto al castillo).
Como esa oquedad en la caliza, rodeada de musgo, que sirve de madriguera a las alimañas. O ese árbol seco que señala unas vistas interesantes. El otoño colabora con su explosión de color que embellece aún más esta preciosa y repetible ruta.
Pero no es la única ruta de la Sierra Norte que presenta detalles interesantes y hermosos. Solo hay que prestar atención.
Lar-ami