Repasando notas he tropezado con esta historia, contada por Raúl Conde en su blog. Valeriano nació en 1915 en la posada de Tamajón, (la misma donde Saturnino Abouin se pasó a los franceses), que su familia regentaba y que le permitía una desahogada posición.
De influencia republicana (el padre fue concejal) su familia permaneció en Tamajón al estallar la guerra. Valeriano marchó de miliciano a los frentes del sur de Madrid, donde se incorporó al 5º Regimiento de Lister. Participó en las batallas de Brunete, del Ebro, Teruel y Cataluña, cruzando la frontera con Francia en enero del 39 junto a miles de españoles.
Estuvo en un “campo de acogida” donde sufrió hambre y humillaciones, siendo trasladado poco después a la Bretaña. Con la 2ª Guerra Mundial, dejó el campo a cambio de trabajar para los franceses (de forma vigilada) por un salario. Cuando llegaron los alemanes 3 meses después, huyó por medio país hasta regresar a Rennes. Allí se incorporó a la Resistencia hasta el final (al igual que otros 150 españoles) y más tarde creó una familia y se ganó la vida (bastante bien) trabajando de zapatero.
La ciudad de Rennes le ha dedicado una calle por la que pasó el Tour de Francia de 1994 en su honor. A pesar de que su mujer y sus hijas volvían a España en verano, Valeriano no volvió a Tamajón hasta 1.960; luego compró casa y empezó a venir con frecuencia. Cuando llegó la democracia pasaba más tiempo aquí que en Francia; ahora lo hacen su viuda y su familia.
Valeriano no ha recibido reconocimiento alguno de su pueblo; ni siquiera un pequeño gesto en su entierro. Tiempo es de corregirlo, máxime cuando en la Sierra Norte de Guadalajara no sobran los héroes.
Lar-ami
2 respuestas a “Un héroe olvidado: Valeriano Vergés”
Muy importante sacar a la luz casos como estos,merecen ser reconocidos por todos.
Yo no soy (políticamente correcto)y los políticos actuales parece que están en una nube los de ambos lados.más bien son revanchista y con el poder de la verdad (su verdad)absoluta los demás estamos equivocados?.
Asi es Fidel. Un abrazo