Esta besana de Puebla de Valles, situada junto al cañón del Jarama, se corresponde con las ultimas manifestaciones del karst denominado “la franja de Valdepeñas” en la margen izquierda del río.
Aunque en este blog ya hemos hablado de las cuevas, hoy nos detenemos en otros aspectos curiosos. Por ejemplo de las cuatro figuras rocosas, mellizas y de difícil acceso (tochos), que se alinean en paralelo al cauce; entre ellas, laderas imposibles por las que trepan corzos y jabalíes.
Aquí habitó durante años una pareja de águila real que ha sido reemplazada por buitres.
En la cima colmenas suspendidas en el vacío. También podemos mencionar los grandes bloques de caliza desprendidos, que acaban en el cauce del río (la piedra caida) ó en la ladera de la montaña (la piedra partida). Podemos hablar de playa honda, una poza inaccesible del Jarama, en cuyas orillas florecen nogales y robles.
O del llano de la tortilla, la pradera que se extiende a los pies de los tochos calizos, donde los niños de la escuela venían una vez al año de excursión. Y lo contamos ahora para que los senderistas de la Ruta de la jara en flor disfruten del lugar el próximo sábado.
Lar-ami