En la Edad Media era habitual que las iglesias tuvieran pórtico. Su función era doble; por un lado protegían a los feligreses y por otro acogían las reuniones del Concejo. De ahí que dispongan de muretes (donde se apoyan las columnas) y poyetes para sentarse. Un pórtico pequeño, adosado a una casa, es lo que conocemos como “porche”.
Dado el origen medieval de nuestros pueblos, casi todas las iglesias serranas tenían pórtico. Sin embargo no abundaban las casas con porche, por el clima, y siempre eran de pequeño tamaño. Los viejos porches de madera están centrados sobre la puerta de entrada, con poyetes y puertas laterales a la leñera y/o un pequeño almacén (pueblos dorados). Los de nueva construcción son mayores y tienen otras funciones.
¿Qué se puede hacer en un porche? Por lo que se refiere a nuestra casa, barbacoa (sin riesgo de incendio), paella (con paellera eléctrica), verduras y pescado a la plancha. El mobiliario permite que desayuno, comida y cena puedan degustarse al aire libre, disfrutando de unas vistas espectaculares.
Tomar el sol, la tertulia, el canto de los pájaros y el paso del tiempo sin más, son otros alicientes de este peculiar porche, que en nada se parece a los de antaño, pero que cumple una función muy social.
Lar-ami
4 respuestas a “Porches en la Sierra Norte”
Me gustan mucho las casas con porche, en Cuba se le llama portico.
Gracias amigo. Porico y porche tienen el mismo origen. Saludos
Una maravilla de porche, me imagino ahí con una buena tertulia disfrutando del sol primaveral y con el sonido de los pajarillos de fondo… ummmmm
Una delicia que nuestros clientes disfrutan.