Si bien las más conocidas son la cascada de abajo (El Chorro) y la de arriba (la cola de caballo le llaman algunos), en Valdesotos hay otras cascadas que merecen una visita. Los arroyos Carrizal y Gazachuela forman muchos y variados saltos en su cauce, lo que no resulta extraño ya que bajan desde la Sierra de Concha, salvando 300 metros de desnivel en apenas 2 kilómetros, formando barrancos calizos de laderas muy empinadas.
Para contemplarlas es preciso que haya llovido en abundancia (estos arroyo suelen estar secos casi todo el año) y hay que remontar el cauce desde la cascada. Una tarea nada fácil, por la maleza y lo agreste de sus orillas; durante un trecho es posible seguir una senda cazadores que se va borrando hasta desaparecer.
La ruta tiene premio doble: además de las cascadas que iremos encontrando siguiendo el cauce, tendremos perspectivas diferentes del Chorro y de la cola de caballo. ¡Muy recomendable!
Lar-ami