Capellanías en el Tamajón moderno


La Contrarreforma provocó un extraordinario fervor en los siglos XVII y XVIII, que se plasmó en numerosas actuaciones de los laicos con tinte religioso, además de iglesias, ermitas (como las de la Soledad, que pueblan la provincia) y cofradías. El historiador D. Aurelio García López las detalla en su libro “Tamajón en la Edad Moderna” .

Entre ellas destacan Memorias (se encargaban un número de misas; en Tamajón hubo hasta 66 en 1.660), Aniversarios (misa en un día determinado), Obras pías (se dejaban bienes destinados al culto divino y/o servicio espiritual al prójimo),… y Capellanias, cuyo fundador dejaba bienes suficientes (administrados por el párroco) para celebrar actos religiosos en su recuerdo y mantener un clérigo. Eran ocupadas por hombres modestos y/o segundones que no llegaban a sacerdotes, pero gozaban de sus exenciones de impuestos y privilegios. Sus obligaciones eran mínimas y combinaban su actividad e ingresos con otras.

160318 capellaniaEn los siglos XVII y XVIII hubo siete capellanías, fundadas por: bachiller D. Juan Julián (de 1.590), bachiller Juan Sevilla (1.575), el clérigo de Tamajon D. Pedro Gaona (1.580), D Juan de Sebillo, D. Juan de Merino y Eugenia de Santallana (1.796). Entre ellas destaca la de los Montúfar, con capilla propia.

Esta capellanía (para sostener la capilla construida un año antes, y una obra pía para huérfanas) fue fundada en 1.597; el capellán fue miembro de la familia, al menos hasta 1.722. La capilla estaba dotada de estatuas, elementos de culto, cristo,…donde sería enterrado el matrimonio Montúfar y sus descendientes (si lo desearan). La capellanía era propietaria de la casa de los Marqueses en la calle Nueva. Desamortizada en el XIX, fue comprada por descendientes de los Montúfar.

Lar-ami


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