Dicen que cuando el caminante conoce bien un lugar, se producen dos fenómenos curiosos y, a veces, excluyentes: la indiferencia porque nada llama su atención y la observación selectiva, porque descubre detalles que antes le pasaban desapercibidos.
Algunos comentan que cuando las circunstancias cambian, la indiferencia puede dar paso a la observación selectiva. Y si la observación selectiva no encuentra nada nuevo, aparece la indiferencia.
¿Yo? ¿En que situación me encuentro, ahora? … No sabría decirte.
Lar-ami