Un ramillete de cinco cárcavas, cual mano abierta, es el origen de este pequeño barranco de Puebla de Valles. A cada cual más hermosa, formando figuras caprichosas que la erosión van moldeando cada día; a sus pies pueden verse las consecuencias.
De cada cárcava sale un “riguero” que se une a otros para crear el cauce que llevará sus aguas al Jarama. Entre cárcavas y cárcava, una lengua de monte bajo condenada a desaparecer.
Caminando con sumo cuidado por los rigueros (no es fácil, por la maleza y lo pino del terreno) y con perspectivas diferentes (siempre de abajo arriba), se consiguen imágenes únicas y espectaculares. Sea esta una pequeña muestra de la treintena de fotos realizadas en este lugar (extasiado, el caminante no veía el momento de marcharse).
¡Que nadie diga que Puebla de Valles y sus cárcavas no conforman un paisaje único!
Lar-ami
4 respuestas a “Un barranco de ida y vuelta: el nacimiento”
Por si fuera de interés para usted, para sus compañeros de rutas o para los lectores de su web, tengo publicado http://plantararboles.blogspot.com
Un manual sencillo para que los amantes de la naturaleza podamos reforestar, casi sobre la marcha, sembrando las semillas que producen los árboles y arbustos autóctonos de nuestra propia región.
Salud, José Luis Sáez Sáez.
Gracias amigo. Saludos
Precioso y único. Como deben disfrutarlo los clientes de la casa rural Vereda de Puebla,… que envidia!
Un auténtico lujo, y poco habitual.