Sabido es que la reforestación con pinos de las dehesas de Puebla de Valles y vecinos en los años sesenta respetó la arboleda existente. También es conocido que el pinar acabó ahogando a los árboles autóctonos; solo sobrevivieron algunos robles.
Pero el tiempo también ha restado fuerzas a los pinos y de ello se han aprovechado los robles. Algunos viejos ejemplares (en las solanas) han rebrotado con fuerza, incluso han tenido descendencia. Al menos eso es lo que sugieren los árboles jóvenes y adolescentes que le acompañan.
Asimismo han proliferado robles, de diferente edad y tamaño en algunos rodales entre los pinos. Nos consta que este fenómeno se está produciendo en varios lugares de la Sierra Norte. Es como si la madre naturaleza estuviera recuperando poco a poco el terreno perdido, aunque es posible que la mano del hombre tenga algo que ver.
Para comprobar cuanto digo, basta seguir el camino del Gamonoso, una breve ruta que ofrece buenas vistas de las cárcavas y del pueblo.
Lar-ami
2 respuestas a “Robles viejos y jóvenes en el pinar”
Un agradable paseo para los clientes de la casa rural Vereda de Puebla, olores y sensaciones al lado de casa.
En otoño, el pinar esta especialmente atractivo.