Muy próxima a la 37, su estructura y formas son similares, pero difieren en las filigranas que la erosión ha tallado en su interior.
Ambas miran al sudeste, por lo que reciben la acción de los elementos y la luz de la misma manera. La vegetación que crece en interiores y cúspides es la misma (aliaga, retama, jara,…) Entonces, ¿a que se debe la diferencia?
No tengo respuesta,… Me conformo con contemplarlas desde diferentes ángulos y disfrutar del momento. ¡Hay tanto que mirar!
Como dijo el poeta, la belleza está en los detalles. Un paseo por Puebla de Valles y sus cárcavas lo confirma
Lar-ami