Esta besana solitaria está situada en la margen derecha del río Jarama cuando este aún sigue encañonado (el cañón nace en las inmediaciones del Monasterio de Bonaval y termina en la chopera del pozo de la Roca).
Administrativamente pertenece a los términos de Tortuero y Valdesotos, pero ha sido cultivada tradicionalmente por los tortolachos, ya que el acceso desde Tortuero resulta más fácil y corto (un camino va desde este pueblo a la ruta verde, donde arranca el camino a las Bargas) .
La escasez de terreno laborable en ambos términos, la calidad de la tierra y la abundancia de agua han hecho que esté cultivada desde siempre.
La imagen de Las Bargas resulta impactante en cualquier época del año, por contraste con su entorno.
Lar-ami