La nave, sencilla, de estilo rústico y muy reconstruido conserva la bóveda sobre el ábside, con su contorno dorado y medio encalado. El techo, con vigas de madera sigue el esquema tradicional, sostiene un tejado a dos aguas de buena factura, si bien no es original.
En su día albergó una hermosa talla de madera de la Virgen de la Antigua, de estilo renacentista, que fue retratada por Tomás Camarillo y que se perdió durante la guerra.
Conserva una pila bautismal sencilla de estilo rústico hecha en caliza, y algunos elementos interesantes: el sagrario y el confesionario, ambos posiblemente de finales del siglo XIX ó principios del XX.
Hoy su mayor tesoro y el de La Mierla son las lápidas del suelo (hay 13, algunas del siglo XVI), que fueron respetadas cuando se cambió el suelo en 1.995. Hablaremos de ellas en otra ocasion.
Lar-ami