Valdelacasa presenta una amplia y variada gama de cárcavas arcillosas que en primavera resaltan entre los verdes de la jara y la retama. Hay que recordar que solo en Puebla de Valles hay más de cien.
Pero estas cárcavas tienen algo especial: las encontramos en sus diferentes estadios de formación ó de crecimiento, dirían otros.
Así las que miran al sur parecen viejas: la maleza cubren sus paredes, sus formas son más redondeadas, … como si la erosión apenas les afectara ya. Incluso juntas, presentan una cara triste y cansada, como dos viejas amigas que llevan juntas toda la vida y ya no tienen nada que decirse.
Las que miran al norte resultan más llamativas y agrestes. Por el color (la luz), formas más picudas y su ubicación al principio de la ladera. Parece como si estuvieran disfrutando de su juventud.
Son estos detalles los que hacen que este guardián etéreo disfrute de cada paseo como si fuera el último.
Lar-ami
2 respuestas a “Las cárcavas de Valdelacasa”
Muy curioso, todo un espectáculo que nos brinda la naturaleza. Tendremos que visitarlo!
Desde luego estaremos encantados de recibiros.