En la Antigüedad la importancia de un camino la marcaban los lugares por los que pasaba y el destino final. Así lo expresan los tratados de Caminería
Si por eso fuera, apenas quedarían caminos importantes, ya que han sido convertidos en autovías y carreteras.
Aún quedan senderos interesantes en La Ribera, más por su belleza (sobre todo en otoño) que por hacia donde se dirigen.
Como este camino que nace en un lugar de leyenda, la fuente de La Mierla.
Al final del lavadero sale a la izquierda, cruza bajo chopos y sigue entre la maleza durante trescientos metros hasta llegar a un huerto donde termina.
Situado a orillas del Arroyo de la Fuente, donde chopos y fresnos le dan sombra, el huerto produce además de hortalizas, paz y tranquilidad. Así lo sugiere el sillón.
Lar-ami