El rojo lo ponen las amapolas, las cárcavas y los barrancos arcillosos del pueblo colorao. Las Pequeñas Médulas están espectaculares a principios de junio.
El amarillo lo ponen jaramagos, margaritas y las iniestas. Un planta muy nuestra que crece en los lugares más insospechados.
Lar-ami
4 respuestas a “Del rojo al amarillo”
Vida y naturaleza.
¿Quién cuidará de ella?
Un abrazo.
Entre todos debemos hacerlo. O solo dejaremos fotos de recuerdo.
Esperemos que nos demos cuenta a tiempo.
Un abrazo..
Asi debiera ser. Un abrazo